Con una frecuencia muy inferior a la deseada el pasado domingo volvimos a la cancha de Marinas en compañía de amigos, entre ellos esa enorme persona que es Daniel Curti. Comenzamos apenas pasadas las 8 de la mañana, un horario ideal para este tan particular deporte. Con la llegada de un clima más agradable se empieza a poblar la cancha y entonces nuestro bajo nivel demora el ritmo de la cancha.
Arranqué muy desconcentrado, quise salir con la madera 5 y en el primer hoyo prácticamente le erré a la pelota. En el segundo hoyo me fuí directamente al agua, redondeando unos catastróficos 17 golpes para los dos primeros hoyos. Tan mal estaba que la madera voló unos cuantos metros. Tengo que buscar la manera de encontrar concentración desde el arranque, empezar bien suelto.
Lo que siguió fue más parecido a lo que vengo logrando en el driving, golpes más sólidos, de hecho creo que no hubo papas o yerros como los que solían ilustrar mis anteriores salidas. Hasta la mitad de la salida venía notando que pegaba con giro hacia la izquierda, lo cual me ayudó a pegar un muy buen tiro en el hoyo 3 desde el rough y con la madera 5. Para ajustarlo recordé la corrección de Sebastián sobre ajustar la empuñadura para tapar el grip con la mano derecha. El otro ajuste fue acortar el backswing y quebrar las muñecas a la altura de la cadera. Podrán paracer tonterías pero esos ajustes le agregaron mejor ubicación y más potencia los tiros.
En el hoyo 5 volví a hacer par al igual que nos meses atrás, está vez el golpe de salida quedó sobre el borde del green.
Sobre el final hubo una pequeña debacle con 15 golpes en los últimos dos hoyos que eran par 4. Nuevamente son los ajustes de concentración que hay que mejorar.
Sobre una tarjeta de 64 golpes hice la mitad de ellos en los dos hoyos extremos, es decir primeros dos y últimos dós, mientras que la otra mitad de los golpes la hice en los restantes 5 hoyos. Aunque también es cierto que mi peor hoyo fue el sexto con 10 golpes.
No obstante me quedé con la buena sensación de los 64 golpes empleados para la salida. Es un salto importante respecto de lo que venía haciendo. Espero ahora poder consolidarme en este tipo de scores para luego saltar al escalon siguiente, bajar de los 60.
Un párrafo especial para Haruki Murakami y su "De que hablo cuando hablo de correr". Si bien mi capacidad de asombro es importante leer este libro me ha impactado realmente. La descripción que hace de sus sensaciones al correr o durante la vida misma me hizo sentir muy identificado. Que importante es saber aceptarse y conocer los límites propios para poder disfrutar la actividad o el hobby que se realiza. Para aquellos que disfrutan de correr por algo más que la mera mejora física el libro es ampliamente recomendable.
Ahora estoy con un clásico de nuestra literatura de los últimos tiempos, "Flores robadas en los jardines de Quilmes" de Asis. Escrito a finales de los '70 narra el desencanto post militancia armada y el vacio que dejó en esos militantes la derrota a manos del proceso. La crítica desgarradora e impiadosa sobre la clase media por momentos se me hace demasiado fuerte. A pesar de esto se entiende porque vendió más de 300.000 ejemplares cuando salió, es un estilo bastante distinto a lo que conozco, es aún más irónico que el AsisDigital.